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Para dar una introducción a algunas de las especies más representativas es suficiente con reconocerlas, pero en muchos casos hay que ser un experto para diferenciar unas de otras, o estar muy familiarizado con ellas, como es el caso de las personas que habitan tradicionalmente en los pueblos. En este artículo comento algunos datos curiosos de unas pocas plantas, en la mayoría de los casos, orientado por las explicaciones de gente de Torre de las Arcas y los libros de los especialistas en el tema.
Los montes de nuestro entorno presentan una variada colección de plantas menores. Antes de entrar a describir algunas especies o grupos citaré brevemente la existencia de algunas, que en muchos casos no se verán con detalle.
Somos "ricos" en matorrales espinosos como la aliaga (Genista scorpius) y espinos (Rhamnus subsp.). No son pocas las diferentes especies de cardos que crecen a orillas de caminos, en suelos húmedos o secos, y ofrecen su nota de color al paisaje durante algunas semanas al año.
Junto a ellas, otras plantas conocidas y apreciadas por sus aromas como romeros (Rosmarinus offcianalis), orégano (origanum vulgare), los tomillos (Thymus subsp.) y sobre todo espliego (Lavandula subsp.), todas ellas muy abundantes.
Otras plantas con menos utilidad, como el diente de león, son también habituales en nuestros montes. También encontramos las universales malvas.
También podemos encontrar manzanilla común, esa hierba de hojas menudas y flores olorosas, cuya infusión se usa mucho en medicina. Y el hinojo, que es muy común en la cuenca mediterránea, y fácilmente reconocible por su olor y forma; un tallo estirado y lampiño del cual brotan unas hojas grandes muy divididas y delgadas a modo de hilos más o menos largos, que llega a alcanzar metro y medio de altura. Tiene usos culinarios y medicinales.
Muchas de estas especies tienen algunas virtudes medicinales, aunque no siempre han sido explotadas por las personas del lugar. Además de las especies citadas, encontramos otras muchas que iremos citando.
Los montes de nuestro entorno presentan una variada colección de plantas menores. Antes de entrar a describir algunas especies o grupos citaré brevemente la existencia de algunas, que en muchos casos no se verán con detalle.
Somos "ricos" en matorrales espinosos como la aliaga (Genista scorpius) y espinos (Rhamnus subsp.). No son pocas las diferentes especies de cardos que crecen a orillas de caminos, en suelos húmedos o secos, y ofrecen su nota de color al paisaje durante algunas semanas al año.
Junto a ellas, otras plantas conocidas y apreciadas por sus aromas como romeros (Rosmarinus offcianalis), orégano (origanum vulgare), los tomillos (Thymus subsp.) y sobre todo espliego (Lavandula subsp.), todas ellas muy abundantes.
Otras plantas con menos utilidad, como el diente de león, son también habituales en nuestros montes. También encontramos las universales malvas.
También podemos encontrar manzanilla común, esa hierba de hojas menudas y flores olorosas, cuya infusión se usa mucho en medicina. Y el hinojo, que es muy común en la cuenca mediterránea, y fácilmente reconocible por su olor y forma; un tallo estirado y lampiño del cual brotan unas hojas grandes muy divididas y delgadas a modo de hilos más o menos largos, que llega a alcanzar metro y medio de altura. Tiene usos culinarios y medicinales.
Muchas de estas especies tienen algunas virtudes medicinales, aunque no siempre han sido explotadas por las personas del lugar. Además de las especies citadas, encontramos otras muchas que iremos citando.
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