> TORRE DE LAS ARCAS ( TERUEL ): El otoño en Torre de las Arcas

Torre de las Arcas es un Municipio perteneciente a la comarca de Cuencas Mineras, altitud: 953 mts. Existe un castillo del siglo XIV en lo alto de una loma que domina el valle del río cabra y sobre la que comenzó a crecer esta localidad, es de planta cuadrada, de unos 20 metros de lado, con muros de mampostería que todavía conservan algunas saeteras. En un ángulo se observan restos de una torre cuadrada como elemento de defensa y protección de la puerta de acceso cuyo arco semicircular está enmarcado por jambas y dovelas de buena sillería, Parece tratarse de un castillo-refugio. La iglesia de San Miguel un templo barroco del siglo XVIII del que sobresale su altanero campanario realizado en ladrillo con una torre de cinco cuerpos, los cuatro superiores de ladrillo y decoración mudéjar. En la misma plaza, se ubica el ayuntamiento que consta de dos pisos, el inferior es de dos arcos de medio punto donde estaba la lonja, hoy cubiertos destinándose el espacio interior a centro social y bar, presenta en la fachada el escudo de la población realizado en piedra. Cuenta con unos lavaderos tradicionales, un antiguo molino harinero, un auténtico jardín botánico, la ermita de la Virgen de la Huerta y a 2 km la ermita de la Virgen de Oto.

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viernes, 13 de noviembre de 2009

El otoño en Torre de las Arcas

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El otoño está llegando con timidez a las tierras turolenses. Es un otoño suave, dulce, cadencioso. El murmullo del escaso caudal del río cabra se entremezcla con el susurro espontáneo de las hojas de los chopos, que caen livianamente a las orillas de este río.
En Torre de las Arcas - como muestra la fotografía - el contraste entre verdes, ocres y amarillos es cada día más patente. El río ha abandonado ya su trazado sinuoso y se ha ceñido a la geografía de un valle poblado de chopos y salpicado de huertas. La temperatura que era tan agradable va cambiando a otoñal. Los cerros desnudos y grisáceos muestran su inconfundible silueta.
Pocos turismos transitan por esta carretera durante la semana, pero si en el fin de semana. Otros años caían las primeras nevadas por estas fechas. También las heladas vestían de blanco las orillas del río. Pero durante estos días, ya casi mediado el otoño, uno piensa que el tiempo se ha vuelto loco, que las lluvias han dado la espalda, que estamos pagando muy caro el cambio climático. Tal vez haya otros motivos. De momento, disfrutaremos de la placidez de estos días y del paisaje otoñal que, tarde o temprano, llegará de nuevo a su cita.
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